Colombia, referente estratégico en la evolución global de pago por resultados
Jun 26, 2025

Jun 26, 2025
Colombia es un referente en pago por resultados. Esto fue evidente luego de la conversación global que se dio en Cali sobre cómo financiar el desarrollo en el marco del OFA Summit 2025. Las ideas tradicionales sobre gasto público, programas sociales y cooperación están siendo replanteadas por un enfoque que vincula los recursos directamente a los resultados. Es por esto que la Financiación Basada en Resultados (FBR), ya no es solo una promesa técnica sino una estrategia práctica que está mostrando resultados concretos y aprendizajes replicables. En la última década, el país ha construido un ecosistema vibrante en torno a estos mecanismos innovadores de financiamiento. Desde la implementación del primer Bono de Impacto Social en 2017, hasta el lanzamiento de la Estrategia Nacional de Pago por resultados en 2024, se evidencia cómo Colombia ha pasado de proyectos piloto a incorporar la FBR en políticas públicas de alcance nacional.
Este recorrido no solo refleja una evolución técnica e institucional, sino que ha posicionado a Colombia como un referente regional y global en la materia. No es casualidad que el Outcomes Finance Alliance (OFA) haya escogido al país como sede de uno de los eventos más importantes de FBR a nivel internacional. La decisión de realizar este encuentro en Colombia reconoce el compromiso del país con la innovación en políticas públicas. Esto valida la capacidad nacional para liderar una conversación global sobre nuevas formas de financiar el desarrollo.
Lo que pasó en Cali: una mirada al Summit
El OFA Summit 2025, realizado en Cali del 22 al 24 de abril, reunió cerca de 200 representantes de gobiernos, agencias multilaterales, organizaciones técnicas, inversionistas de impacto y fundaciones de 23 países. Durante tres días, la comunidad global de FBR intercambió experiencias, fortaleció alianzas y definió estrategias para expandir el modelo.
El ambiente fue de apertura y trabajo colaborativo. Las sesiones abordaron experiencias en salud, educación inicial, empleo, biodiversidad, agua, inclusión financiera y agricultura sostenible. También se discutieron temas transversales como la movilización de capital privado, el rol de la filantropía en el diseño y mitigación de riesgos, la institucionalización y los retos en medición y verificación. En todos los espacios, la conversación giró en torno a un mismo objetivo: Incorporar la FBR como práctica estándar y estructural en las políticas públicas.
Es realmente inspirador estar en Colombia y ver cómo la FBR se está incorporando de manera transversal. Aquí no se habla de esto como un instrumento teórico y lejano, sino como una vía real para escalar iniciativas de impacto.
— Syeda Zaki, Grand Challenges Canada
Uno de los consensos clave fue que el momento actual requiere ambición, escala e institucionalización. Alinear incentivos, generar confianza entre financiadores y operadores, y fortalecer la capacidad técnica local se reconocieron como condiciones habilitantes. Asimismo, se valoró el rol de la filantropía para financiar etapas tempranas, generar evidencia y atraer capital adicional.
Con la disminución de los flujos de cooperación, existe una gran oportunidad para que los gobiernos locales se involucren más y destinen una mayor parte de su presupuesto a enfoques de FBR.
— Sietse Wouters, UBS Optimus Foundation
La percepción internacional sobre Colombia fue especialmente positiva. Su ecosistema, integrado por entidades públicas, fundaciones, cooperación internacional y sector privado, fue visto como un ejemplo práctico de cómo evolucionar de pilotos a la institucionalización del modelo con visión de largo plazo.
El evento concluyó con la confirmación de que Ciudad del Cabo será sede del próximo OFA Summit en 2026, y con un llamado colectivo a posicionar la FBR en la agenda de la Cuarta Conferencia de Financiación para el Desarrollo (FfD4) en Sevilla.
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Visiones del futuro
En Cali, las conversaciones no se limitaron a los logros del ecosistema. Una parte central de la agenda fue mirar hacia adelante para consolidar una visión compartida sobre cómo escalar e institucionalizar la FBR a nivel global. En este video y con el apoyo de Global Affairs Canada, recogimos durante el evento las voces del ecosistema y su visión sobre el futuro de la FBR:
¿Hacia dónde va la financiación basada en resultados?
Entidades como el Departamento Nacional de Planeación (DNP), reconocen que el reto no es solo ejecutar actividades, sino impulsar transformaciones desde la política pública. Como lo plantea Salim Chalela, exsubdirector técnico de Ciencia, Tecnología e Innovación, el valor de los instrumentos de pago por resultados está en su capacidad para permitir “alcances que generen un mayor impacto y que sean sostenibles en el tiempo”.
Así que, más allá del diseño institucional, el desafío también es de cambio de mentalidad y comportamiento. Pero cambiar la visión sobre el gasto y la efectividad requiere alinear a gobiernos, operadores y financiadores alrededor de una cultura de resultados, lo que exige reorganizar los flujos de financiamiento. Esta perspectiva, impulsada desde actores técnicos del ecosistema como Instiglio, subraya que la FBR es una herramienta para reordenar incentivos, promover el aprendizaje y generar valor público verificable. Es por esto que para que el modelo escale más allá de pilotos aislados, se requieren gobernanza clara, marcos de incentivos funcionales y recursos sostenidos en el tiempo.
Así lo explicó Furqan Ahmad Saleem, Asesor de Operaciones (PforRs) del Banco Mundial, al señalar que el programa Program-for-Results Financing (PforRs) ha movilizado más de 43 mil millones de dólares en los últimos cuatro años. Al sumar recursos apalancados con gobiernos y otros bancos multilaterales, la cifra podría superar los 300 mil millones. Este volumen no solo demuestra la tracción del modelo, sino también la urgencia de asignar recursos basados en desempeño y de establecer mecanismos que permitan aprender sistemáticamente de lo que funciona.
Para que el volumen movilizado se traduzca en impacto, Saleem enfatizó la necesidad de establecer incentivos efectivos dentro del sistema público. Su llamado fue claro: promover competencia sana entre actores y permitir que cada país adapte sus estructuras según su contexto.
Rumbo a la Cuarta Conferencia Internacional sobre Financiación para el Desarrollo (FfD4)
Todas discusiones técnicas, políticas y estratégicas que tuvieron lugar en Cali dieron forma a la Declaración de Cali, una hoja de ruta respaldada por gobiernos, multilaterales, operadores e inversionistas que consolida a la financiación basada en resultados (FBR) como una herramienta estructural para financiar el desarrollo. Esta agenda, que ya se proyecta hacia la Cuarta Conferencia Internacional sobre Financiación para el Desarrollo (FfD4) en Sevilla, plantea acciones concretas para posicionar este enfoque en los acuerdos globales. Como lo expresó Jemima Hodkinson al cierre del Summit:
El camino hacia la FfD4 es una oportunidad para consolidar aprendizajes, alinear prioridades globales y señalar un compromiso colectivo de largo plazo con este enfoque.
En este nuevo escenario, la FBR se afirma como una forma distinta de financiar el desarrollo: orientada a resultados, basada en evidencia y construida desde la acción colectiva.
Colombia representa hoy una evidencia concreta de ese potencial. Cuenta con un ecosistema fortalecido por actores como MAS Pago por Resultados y sus socios: Fundación Corona, BID Lab y SECO. Quienes junto a aliados clave, trabajan para avanzar hacia políticas públicas efectivas, sostenibles y alineadas con los Objetivos de Desarrollo Sostenible.